Las consecuencias de un precio demasiado caro
¿Espera una venta especialmente rentable y, por tanto, ofrece su propiedad a un precio superior a la media? Si es necesario, ¿acepta bajar el precio? Este plan fracasa rápidamente. Al fin y al cabo, un precio demasiado alto ahuyentará a los posibles compradores y hará que su inmueble permanezca mucho tiempo en los portales inmobiliarios. Una reducción del precio de compra aumenta el escepticismo de los compradores, lo que se traduce en un periodo de venta aún más largo. Al final, es muy probable que el precio de venta sea muy inferior al valor real de mercado.
Las consecuencias de un precio demasiado bajo
Si el precio es demasiado caro, la venta ni siquiera suele concluirse por el valor inicialmente deseado. Además, si el precio es demasiado bajo, la venta se retrasa en la mayoría de los casos, ya que muchos posibles compradores se preguntan si hay algo mal en su propiedad.
Sin embargo, algunas personas también eligen deliberadamente un precio bajo cuando venden la propiedad a familiares o amigos. En teoría, es posible, pero el precio de compra no debe ser demasiado bajo. De lo contrario, existe el riesgo de que la Agencia Tributaria califique el caso de donación oculta y, por tanto, de evasión fiscal. La razón: la diferencia entre el precio de compra y el valor real de la casa se considera una donación parcial, que está sujeta al impuesto sobre donaciones. Si la diferencia es demasiado grande, puede esperar consecuencias legales.
A buen recaudo con una tasación inmobiliaria profesional
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