Nada dura para siempre
En primer lugar, es importante saber que los componentes tienen una determinada vida útil y deben sustituirse después. Su duración depende del material, el desgaste y los cuidados. Por regla general, las tejas duran unos 50 años, el sistema de calefacción de 20 a 25 años, la fachada unos 40 años y las ventanas y puertas 30 años. Como en muchas otras cosas, la calidad también desempeña aquí un papel decisivo. Así que no ahorres por el lado equivocado.
El cuidado es lo que cuenta
Ni que decir tiene que debe mantener y limpiar el interior de su vivienda. Además, hay muchas zonas que requieren cuidados especiales:
- Ventanas y fachadas acristaladas: No solo la limpieza de las ventanas, sino también el mantenimiento de las superficies acristaladas y los alféizares de las ventanas las protege de las inclemencias del tiempo y prolonga su vida útil. Esto también mantiene flexibles las juntas y aísla de forma fiable su propiedad.
- Fachada: La limpieza periódica mantiene la sustancia del edificio. Dependiendo del material, hay distintas peculiaridades a las que debe prestar atención: La piedra, por ejemplo, debe limpiarse de forma diferente a la madera.
- Toldos y persianas: Para el material especial, es necesaria la limpieza textil para su mantenimiento. El movimiento constante somete al material a una gran tensión, por lo que debe cuidarse con regularidad.
- Sótano: El sótano es importante como cimiento de la casa, aunque no se utilice como espacio habitable. La humedad es mala señal, la ventilación regular evita el moho. También en este caso, busca grietas en el techo o las paredes y haz que las reparen cuanto antes.
- Jardín: La terraza y el balcón también cuentan aquí. Si cierra las tuberías de agua al exterior en invierno, revíselas a fondo y lávelas antes de volver a utilizarlas en primavera. Presta también atención a los árboles del jardín: la madera podrida puede convertirse en un peligro durante la próxima tormenta.
Para el mantenimiento exterior del edificio, puede merecer la pena contratar a un profesional que conozca las peculiaridades de los distintos materiales. Este último utiliza productos de limpieza adecuados y equipos profesionales.
Más vale prevenir que ser indulgente
Las reparaciones corrigen los defectos antes de que provoquen costosos daños indirectos. Si cuida de su propiedad con regularidad, notará los cambios antes de que sea demasiado tarde. Así evitará gastos innecesarios. Un inmueble es una inversión de capital a largo plazo, por lo que debe cuidarlo a conciencia.
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